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El
control también es bastante bueno, todos los botones del mando
están aprovechados y es posible, aunque con mucha práctica,
comunicarse mediante el. Sin embargo para esto último recomiendo
la adquisición del teclado dreamcast, una compra obligada
si queremos conversar de manera fluida y hacer así que nuestra
experiencia on-line sea completa. También cabe reprochar el
insuficiente número de "hot-keys" para definir las habilidades
de algunos personajes, ya que si por ejemplo utilizamos demasiados
conjuros enseguida echaremos en falta más botones.
El
sonido es otro de los puntos fuertes del juego. El zumbido
de las armas, los gruñidos de los enemigos, los efectos ambientales
y sobre todo la maravillosa música, adecuada en todo momento,
refuerzan el resultado final del producto.
La
conexión a través del modem de serie es en teoría suficiente
para que no haya problemas de lag, sin embargo y debido al
servicio de telefónica he de apuntar que en nuestro país muchos
usuarios tienen problemas para conectarse a ciertas horas.
Pero también es cierto que los programadores no tienen la
culpa de esto. Yo he podido comprobar que cuando la línea
funciona correctamente el juego transcurre con normalidad
y me sorprende que con la baja velocidad del modem que incorpora
Dreamcast el Sonic Team haya sido capaz de realizar un juego
on-line de estas características.
Todas
estas excelencias técnicas dan como resultado una jugabilidad
impresionante. Da igual las horas que dediquemos al juego.
Nunca serán suficientes. Siempre estaremos deseando volver
a encender la consola para subir por fin de nivel, o para
pasar ese jefe final que se nos resiste o simplemente porque
hemos quedado con unos amigos para cambiar armas y demás objetos.
Como os podéis imaginar este título ofrece muchas posibilidades
que prolongan la vida del juego.
Para
finalizar, una advertencia a todos aquellos que estén pensando
adquirirlo: hacedlo sólo si vais a utilizarlo para su opción
on-line ya que en solitario puede llegar a ser bastante aburrido.
Sin
embargo PSOL no puede ser criticado por esto. Es un juego
de una originalidad abrumadora, con un nivel técnico exquisito,
es extremadamente adictivo y además tiene el hermoso objetivo
y la intención de unir a la gente de todo el mundo. Y lo consigue.
Lo hace en un mundo imaginario con dragones, y otros épicos
enemigos a los que derrotar.
PSOL
es el comienzo de una nueva era en el entretenimiento casero,
un ejemplo a seguir, y todo un símbolo para nuestra consola
que una vez más demuestra estar varios pasos por delante de
sus competidores.
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