Comprando más que jugando
Autor: Samsolo, 23-4-2007
Llevo algún tiempo con una extraña idea que me ronda la cabeza, ¿cómo diablos he llegado a acumular semejante barbaridad de juegos en tan solo ocho años?
Llevo algún tiempo con una extraña idea que me ronda la cabeza, una que me termina asaltando cada vez que abro alguno de mis estantes en busca de algún juego con el que pasar un rato, ¿cómo diablos he llegado a acumular semejante barbaridad de juegos en tan solo ocho años? desde que decidí adquirir una Dreamcast, con la sana intención de iniciar a mi pareja en el mundillo, menudo error compañero.
Para ser sincero esos ramalazos de pragmatismo suelen ser muy usuales, más aun cuando la inmensa mayoría de la gente me dice que estoy como una cabra, comprando juegos que, probablemente, jugaré menos de una hora; muy probablemente. Esto me lleva a pensar en el aspecto puramente consumista de la afición, eso de comprar juegos para terminárselos y luego arrimarlos o revenderlos, como si de un coche usado se tratase, algo frío para mi gusto la verdad. No quiere decir esto que critique ese tipo de afición, de echo me parece la más correcta desde el punto de vista de una economía y un consumo sostenible, seguro que si este sistema se extendiera a muchos otros aspectos de la vida otro gallo nos cantaría; pero en mi fuero interno se hace muy cuesta arriba el desprenderme de esas cajas cubiertas de colores chillones y diseños, muchas veces, terriblemente chabacanos e histriónicos, basta ver la portada de Gears of War, la vena del coleccionista puede mucho.
Lo cierto es que cada vez puedo jugar menos, pero por raro que parezca, disfruto coleccionando los juegos, abriendo con esmero cada uno de los precintos, guardando cada pegatina con el número de serie en los de Xbox, algo que más de un colega me ha señalado como una acción obsesivo compulsiva; me importa un rábano, yo disfruto con estas chorradas. Para seros sincero no creo que esta tónica cambie, ahora con el cambio generacional me he prometido ser más selecto y dejarme llevar menos por las ofertas de la red de redes nos ofrece con insultante capacidad tentadora, pero lo cierto es que de mis escasos catorce juegos de X360, nótese el sarcasmo, solo he concluido dos y al paso que vamos, para el año que se acerca, como mucho otros dos.
Para rematar la faena ya han llegado Wii y PS3, más madera compañero, que aun queda por quemar, y alguna reserva tengo ya mediada en estos aspectos. Puede que la inmensa mayoría de los usuarios se conforme con jugar a FIFA y a PES, y que con cada nueva iteración vendan esa caja que tantas veces habrán abierto y que tantas horas de ocio le habrá ofrecido, para mi eso no es posible. Los juegos, como los libros o las películas, no son objetos de consumo perecedero, al contrario de lo que muchos piensan Manic Miner sigue siendo un mega juegazo con la misma jugabilidad de siempre, gracias al Live Arcade y a los recién llegados sistemas de descarga de Nintendo y Sony este movimiento llegará a las masas, ellos hacen dinero y los usuarios más casuales tendrán la oportunidad de saborear las mieles del pasado, que por pasadas no dejan de ser más dulces.
Sea como fuere éste que escribe esto seguirá comprando más que jugando, la vida obliga, y ya de paso iré a por unas estanterías más, porque ya no hay sitio para los juegos de Wii, y yo me pregunto ¿vende IKEA acciones?
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