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Shenmue
Análisis por Gatorrollo
Shenmue es, probablemente, el juego más
difícil de analizar. Tanto en el aspecto técnico
como en el jugable (sobre todo en este último), las
opiniones pueden ser muy dispares para todos aquellos que
se dispongan a meterse en el absorbente mundo de Ryo Hazuki.
Partiendo
de que la obra de Yu Suzuki y su equipo es incomparable a
cualquier otro juego jamás creado, voy a intentar dar
mi opinión personal sobre Shenmue intentando a la vez
orientar y aconsejar a aquellas personas que todavía
no lo han probado y tienen pensado comprarlo.

Aspecto
visual
Comenzaré por la parte técnica. El mundo 3D
donde transcurren nuestras aventuras es absolutamente asombroso.
Los entornos son muy detallados, cada tienda y localización
posee una estructura y decoración distinta.
La casas del protagonista es una maravilla. El puerto tiene
vida propia: ponerse junto a la orilla del mar y contemplar
en primera persona el horizonte, las tranquilas olas o las
gaviotas sobrevolando tu cabeza es algo que hay que experimentar,
como en la vida real. Sencillamente indescriptible.
Pero
claro, el motor gráfico del juego no está completamente
depurado, y lamentablemente, las ralentizaciones son demasiado
frecuentes según mi humilde opinión. Otra cosa
bastante desagradable es la aparición y desaparición
de algunos personajes y objetos, que en ocasiones se generan
a poquísima distancia del protagonista.

Otro
de los posibles handicaps de Shenmue viene dado por el propio
concepto del juego. Al intentar plasmar la realidad de un
modo tan escrupuloso, a menudo el jugador situa sus expectativas
demasiado alto y queremos ver lo imposible. ¿Aqué
me refiero? Pues a varias cosas: por ejemplo, las caras de
los personajes. Después de ver el modelado de Ryo,
Nozomi, Ine-san, Lan Di... podemos quedarnos algo frios al
observar en primera persona a otros muchos personajes secundarios
o incluso sin ninguna importancia en la historia. Y es que
es imposible que los casi 300 personajes distintos que componen
Shenmue estén tan detallados como Chai, por ejemplo.
Y lo mismo ocurre con algunas texturas: no todas tienen una
buena resolución, pero claro, estamos hablando de un
juego inmenso, y además el hardware impone limitaciones
técnicas, algunas inevitables.
Por
eso, quien espere encontrarse en Shenmue un reflejo exacto
de la realidad, puede que quede algo decepcionado. Eso sí,
es el juego más realista jamás programado, lo
cual ya es un enorme logro.
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