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Saturday Night Slam Masters
Autor: ORD, 16-8-2006

En ocasiones es difícil saber si lo que se ve en pantalla viene limitado por la máquina o por la falta de pericia, o de interés, de los programadores.

Plataforma: Megadrive
Tipo de juego: Lucha
Desarrollador: Capcom
Editor/Distribuidor: Capcom
Nº de jugadores: 1 - 2
Versión: PAL
Año: 1994
Disponibilidad: Rom

La serie de lucha libre profesional Slam Masters, Muscle Bomber en Japón, tuvo un corto pero intenso recorrido vital que le permitió, en apenas dos años de existencia, aparecer, con sendas conversiones, en las consolas de 16 bits más populares del momento, tener el honor de ser el primer juego de lucha de Capcom tras el terremoto que supuso la irrupción de Street Fighter II y sus ampliaciones y dar el salto a la por entonces nueva placa de Capcom, CPS-2, casi al mismo tiempo que la saga antes mencionada. Desde este último hito nada se ha vuelto a saber de ella y ya hace más de una década de ello.

Para aquellas personas que hayan podido probar, aunque tan solo fuera unos minutos, las versiones de recreativa o hasta de la propia Super Nintendo, sin duda un referente más válido a la hora de valorar el merito gráfico, de Slam Masters se habrán percatado de que la de la consola de Sega está un tanto lejos de ellas, más de lo que se podría esperar en un principio, trayendo esto como consecuencia la limitación de ciertos aspectos, como podría ser toda la parafernalia que rodea a la presentación de los combatientes, o bien directamente la supresión de los mismos, caso del árbitro o del modo de luchas por parejas. No parece de recibo que un cartucho de toda una 16 bits esté cercenado de forma tan importante. Dejando de lado las comparaciones y considerando al título de forma aislada, nos encontramos con una producción aseada desde el punto de vista técnico aunque para nada significativa ya en 1994, cuya mayor virtud se centra en sus sprites, bastante grandes y con animaciones relativamente suaves y variadas, dejando en un segundo plano otros elementos como los rings, que no dejan de ser el mismo con pequeñas variaciones, más acusadas en la modalidad de Combate Mortal; la resolución, inferior al estándar de la consola; o el área de visión, que se ve reducida por dos bandas negras en los extremos superior e inferior de la pantalla, efecto que se ve aumentado, como no podía ser de otra forma, en la versión PAL. Si de lo anteriormente dicho se puede deducir que no se ha trabajado mucho en el diseño de los rings haciéndolos todos tan parecidos, otro tanto se puede decir de los personajes, es fácil encontrar similitudes entre ellos y protagonistas de pasados juegos de Capcom sucediendo lo mismo con sus movimientos, "ripeados" algunos de ellos de luchadores señeros de la compañía de Osaka. Hubiera sido mucho más honrado, por decirlo de algún modo, el haber optado por incluir directamente a contendientes ya conocidos, como se hizo con Haggar, en vez de reciclarlos, ya sea en todo o en parte.

Las melodías que aderezan los combates se dejan escuchar aunque carecen de cierta nitidez, como todo el audio en general, resultando particularmente acusada esta tara en las frases del anunciador. Los efectos sonoros son contundentes y adecuados, lo mejor de este apartado.

La obra de Capcom, como la mayoría de las encuadradas en este subgénero de la lucha libre, sigue con bastante fidelidad los clichés y normas de este peculiar espectáculo. De tal modo que acabar con la barra de vida del adversario no es condición suficiente, ni a veces tan siquiera necesaria, para dar por finalizada la pelea; esto puede suceder fundamentalmente de tres formas, siendo la más común de ellas la inmovilización de uno de los combatientes con sus hombros tocando el suelo durante tres segundos. Los otros dos métodos, que se dan con mucha menos frecuencia, consisten en la rendición de uno de los dos contendientes (que suele suceder al ser victima de una dolorosa presa o serie de golpes cuando el contador de energía ya está a cero) y en la descalificación por estar más de 20 segundos fuera del ring. Afortunadamente la normativa será más laxa con lo que suceda en los aledaños del cuadrilátero donde los golpes con mesas, sillas, cubos y demás objetos contundentes no serán extraños.

El control se basa en tan solo tres botones, uno para golpear, otro para saltar y un tercero que dependiendo de la situación vale para agarrar o inmovilizar al rival. A pesar de que en algunos momentos se eche en falta la diferenciación entre puñetazos y patadas, la variedad de acciones a realizar es sorprendentemente amplia, desde subirse a uno de los rincones para reclamar el apoyo del público a invitar "amablemente" al contrincante caído a levantarse agarrándole de los pelos.

La pérdida de la modalidad de lucha por parejas deja a este título con tan solo tres modos de juego, Combate Individual, Versus y Combate Mortal, siendo esta última una variante de la segunda, exclusiva de Mega Drive, que enfrentará a los dos jugadores en un cuadrilátero con sus inmediaciones parcialmente minadas, cuyas cuerdas han sido sustituidas por alambre de espino y en el que periódicamente aparecerán armas lanzadas por el público. Combate Individual no es otra cosa que el clásico modo arcade, en el que el usuario deberá de enfrentarse a los restantes nueve luchadores de la CWA... dos veces, una para proclamarse campeón y otra para defender su cinturón. En total unos 18 combates, cifra exagerada para un juego de este corte, a pesar de que sean de asalto único, y que acaba hastiando.

Con toda la pinta de haber sido programado sólo para cubrir el expediente, Slam Masters pasó sin pena ni gloria por la 16 bits de Sega. Como conversión está demasiado lejos del original para llamar la atención y como juego de lucha, los hay que le sobrepasan en todos y cada uno de los aspectos.


TÉCNICA
8
GRÁFICOS
6
SONIDO
7
JUGABILIDAD
8
DIVERSIÓN
6
DURACIÓN
7
TOTAL
ACEPTABLE
Media de los lectores: 7.1
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Otros análisis:
- Last Nightmare
Sobre las puntuaciones
Lo mejor: Personajes con buena apariencia y bien animados.
Lo peor: Tanto gráfica como jugablemente se resiente en exceso del paso a Mega Drive.

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